Es triste estar "literalmente" aislado.
Uno no puede ampliar, como quisiera, su "mirada" poética.
Cuando se interactúa (físicamente) en actos "literarios", uno aprende, incoscientemente, tanto de lo positivo como de lo negativo, se toma conciencia de la verdadera dimensión, de las posibilidades como poeta (no en el panorama editorial, sino en la forma en que lo dicho llega a los demás).
Por eso son tan necesarios los vínculos, y por eso todos los poetas los han buscado y los seguirán buscando.
En la soledad se gesta lo poético, en la contemplación se expande.
Existen ventanas por donde mirar, pero desde lejos no se puede distinguir esa piedra preciosa que, a veces, guarda el ojo que mira; ese ojo que, de tanto ignorar, todo lo sabe.
Un Poema de Juan Vicente Piqueras
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* DESGRACIAS A DIOS*
* No sé si devoción o sólo lluvia*
*fue aquel lento lamento cuyas manos*
*acariciaban lo que ya no era,*
*arañaban mi voz, se desp...
Hace 4 años
Un acertadísimo comentario, la soledad del poeta que no escribe para sí, sino para los demás. Todo poeta quiere ser leído y a ser posible admirado.
ResponderEliminarMil gracias, María, por acercarte.
ResponderEliminarLa Poesía que no es leída, escuchada, es una poesía incompleta. La palabra Poética necesita esa complicidad exterior para comprenderse a si misma. Somos reflejos de otros, y la poesía es un espejo que tiene una particularidad, es capaz de enviarnos reflejos ocultos de nuestra propia vida, Solo es cuestión de encontrar el nuestro en la palabra de otro.